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Problemas de salud

Entender el autismo: información para familias

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El autismo es una afección compleja del neurodesarrollo. Si bien varía mucho la forma en que afecta a los niños, los niños autistas a menudo tienen diferencias en cómo se comunican, juegan y se comportan. Dado que la mayoría de los niños con autismo se sientan, gatean y caminan a tiempo, es posible que no se noten retrasos tempranos en las habilidades sociales y de comunicación.

Mirando hacia atrás, muchos padres pueden recordar diferencias tempranas en la interacción y la comunicación. Consulte: ¿Cuáles son los 3 signos tempranos del autismo?

Los niños autistas y sus familias pueden ser saludables y resilientes

Se necesita más investigación para comprender el curso del desarrollo de los niños que son diagnosticados con autismo. Los estudios demuestran que muchos niños autistas gozan de buena salud y pueden prosperar a lo largo de su vida. Esto es especialmente cierto cuando reciben apoyo y servicios.

¿Qué causa el autismo?

No existe una única razón común por la que los niños autistas presenten esta compleja condición. Las investigaciones realizadas hasta la fecha apuntan a múltiples influencias, en gran parte genéticas y también ambientales.

Los científicos continúan aprendiendo más sobre las causas del trastorno del espectro autista. Actualmente sabemos que:

  • Las familias no causan el trastorno del espectro autista. Los niños autistas se crian en familias de todos los orígenes.

  • Las vacunas no causan autismo. Estudios han demostrado repetidamente que no existe un vínculo creíble entre las vacunas infantiles que salvan vidas y el autismo. Esta investigación, que involucra a muchos países y miles de personas, ha durado décadas. Desafortunadamente, existen muchas afirmaciones falsas sobre la salud infantil en internet. Estas ideas engañosas buscan sonar aterradoras y verdaderas para que la gente las comparta. Generalmente, su origen está en personas que se benefician de estas afirmaciones.

  • El historial médico familiar y la genética pueden desempeñar un papel, y cada vez hay más evidencia que apoya este vínculo. Para un niño diagnosticado con autismo, la posibilidad de que un hermano también sea diagnosticado es de 10 a 20 veces mayor que para la población general. Los familiares de los niños en el espectro autista tienen más probabilidades de compartir algunas características sociales y rasgos de comportamiento similares a las que se observan entre los niños con autismo. Sin embargo, estas características pueden no ser lo suficientemente graves como para ser diagnosticadas.

  • La mayoría de los niños autistas no tienen una condición médica o genética específica que explique su autismo. Sin embargo, el trastorno del espectro autista puede ocurrir con más frecuencia en niños con ciertas condiciones médicas o factores de alto riesgo. Estas condiciones médicas pueden incluir síndrome de X frágil, complejo de esclerosis tuberosa, síndrome de Down u otros trastornos genéticos. Los bebés prematuros son otro grupo más propenso a ser identificado con autismo.

  • Hay diferencias específicas en la función cerebral entre un niño con autismo y un niño que no tiene autismo.

  • Los factores ambientales que pueden contribuir al trastorno del espectro autista también son un área importante de investigación, pero estos aún no se entienden bien.

  • Las investigaciones no demuestran una relación causal entre el uso de acetaminofeno y el autismo en niños ni durante el embarazo. El acetaminofeno, también llamado paracetamol y comercializado bajo marcas como Tylenol, es seguro para los niños si se toma o se dosifica correctamente, bajo la supervisión de su pediatra. En niños mayores de 6 meses, puede que no sea necesario tratar la fiebre con medicamentos como el acetaminofeno, a menos que el niño se sienta incómodo y tenga dificultades para beber líquidos para mantenerse hidratado.

¿Qué tan común es el autismo en niños?

Aproximadamente 1 de cada 31 niños estadounidenses (3,2 %) recibe un diagnóstico de autismo antes de los 8 años, según un informe de 2025 de la Red de Monitoreo del Autismo y Discapacidades del Desarrollo. El informe se basó en datos recopilados en 16 centros de Estados Unidos en 2022.

Diferencias basadas en género y otros factores

Los niños varones reciben un diagnóstico de autismo 3 veces más que las niñas. En general, el informe del gobierno federal mostró que el autismo se identificó con menos frecuencia entre los niños blancos no hispanos que entre los niños asiáticos o de las islas del Pacífico, indígenas estadounidenses o nativos de Alaska, negros no hispanos o afroamericanos, hispanos o latinos y multirraciales. Las tasas de autismo variaron considerablemente según la ubicación, desde 9,7 por cada 1,000 niños de 8 años en Texas hasta 53,1 en California. La razón probable es que algunas poblaciones no tienen el mismo acceso a pruebas de detección y evaluaciones.

¿Por qué más niños están siendo diagnosticados con autismo?

En general, el número de niños que se informa que están en el espectro autista ha aumentado desde principios de la década de 1990.

El aumento podría deberse a muchos factores. Por ejemplo:

  • Las familias se volvieron más conscientes del autismo.

  • Los pediatras comenzaron a realizar más pruebas de detección del autismo, según lo recomendado por la American Academy of Pediatrics. Los niños son diagnosticados antes, lo cual es bueno. Cuando se examina y diagnostica a más niños, más de ellos pueden recibir el apoyo personalizado que necesitan para prosperar.

  • Las escuelas se volvieron más conscientes y los niños comenzaron a recibir servicios de educación especial más apropiados.

  • El espectro autista se ha ampliado y ahora incluye a niños con otros diagnósticos, como discapacidad intelectual y jóvenes con rasgos autistas sutiles.

Cambios en cómo se define y diagnostica el autismo

Los médicos usan un libro llamado Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5) para ayudar a diagnosticar el autismo. En el pasado, solo se diagnosticaba a los niños con los síntomas más graves del trastorno del espectro autista. Pero en 2013, los criterios de diagnóstico del autismo cambiaron. Esto se basó en la literatura de investigación y la experiencia clínica en las dos décadas desde que se publicó el DSM-IV en 1994. Ahora, los niños con características más sutiles están siendo identificados dentro del espectro del autismo.

Varias afecciones solían considerarse autismo en el DSM-IV. Entre ellas se encontraban el trastorno autista; el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD-NOS); el síndrome de Asperger; y el trastorno desintegrativo infantil. Con la publicación de la quinta edición del DSM, los términos mencionados anteriormente ya no se utilizan; estas afecciones se agrupan ahora en la categoría más amplia de trastorno del espectro autista (TEA).

Muchas personas pueden autoidentificarse como portadoras del síndrome de Asperger, pero los profesionales ya no utilizan esta terminología al realizar un diagnóstico.

Los beneficios de la identificación temprana del autismo

Intervención temprana

Cada niño en el espectro del autismo tiene necesidades diferentes. Cuanto antes se identifique el trastorno del espectro autista, antes podrá comenzar un programa de intervención temprana dirigido a los síntomas del niño.

La AAP recomienda que todos los niños sean evaluados en sus controles médicos de niño sano de los 18 y 24 meses. La investigación muestra que comenzar un programa de intervención lo antes posible puede mejorar los resultados para muchos niños en el espectro del autismo.

Condiciones coexistentes

Además, los niños en el espectro del autismo pueden tener otros problemas médicos que necesitan más evaluación y tratamiento. Las condiciones comúnmente coexistentes, llamadas comorbilidades, pueden incluir convulsiones, problemas para dormir, problemas gastrointestinales (problemas de alimentación, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea) y problemas de salud del comportamiento como ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), irritabilidad y agresión.

¿Qué es la leucovorina? ¿Puede ayudar a algunos niños autistas?

Estudios a pequeña escala muestran que podría existir una relación entre la leucovorina y posibles mejoras en las habilidades de comunicación de algunos niños autistas. Se necesita más investigación para comprender mejor si la leucovorina es útil para los niños autistas en general.

La leucovorina es un medicamento con receta aprobado para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia, un tratamiento contra el cáncer. También conocido como ácido folínico, se deriva del folato (una forma de vitamina B9). El folato se recomienda durante el embarazo para favorecer el desarrollo neurológico antes del nacimiento.

Si bien los primeros estudios sugieren que la leucovorina puede ayudar a los niños autistas a desarrollar una mayor comunicación, las mejoras fueron muy variables. Los cambios se observaron principalmente en niños con una afección en la que un anticuerpo específico impide que el folato llegue al cerebro.

Recuerde

El autismo puede ser diferente para cada niño. No existe una única intervención o tratamiento que brinde a cada niño autista lo que necesita. Los planes individualizados, que a menudo combinan estrategias de desarrollo, conductuales, educativas y sociorrelacionales, pueden ser de gran ayuda. Los niños autistas son miembros valiosos de nuestras comunidades y merecen más investigación y recursos de alta calidad para apoyar su desarrollo.

Puede contactar con organizaciones de apoyo entre pares, como los Centros de Información de Salud Familia a Familia, para obtener información local específica para niños con necesidades especiales de atención médica y discapacidades.

Más información

Última actualización
9/24/2025
Fuente
American Academy of Pediatrics Council on Children With Disabilities Autism Subcommittee (Copyright © 2025)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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